Se han analizado 7 muestras de cerveza sin alcohol: Kaliber, Bavaria, Laiker, Buckler, Clausthaler, Kristell, y Damm-bier.
Todas ellas se presentan en botellines de vidrio de 250 mililitros y su precio oscila de las 302 pesetas por litro de Clausthaler hasta las 173 pesetas por litro de Bavaria, si bien la mayoría se mueve en torno a las 190 pesetas por litro.
La denominación de Bavaria es "malta espumosa", y la del resto "cerveza sin alcohol". Mientras la cerveza se obtiene de la fermentación alcohólica del mosto de malta al que se le añade lúpulo y/o sus derivados y se somete a cocción, la malta espumosa se obtiene al añadir anhídrido carbónico (CO2) a la malta líquida obtenida del mosto de malta sin haber sido sometida a fermentación.
La primera constatación es que la composición de todas las muestras se ajusta a lo dictado por la norma, al contener menos de un 1% de alcohol y respetar lo establecido en cuanto a sulfitos (antioxidante), PH y acidez y presencia de metales pesados.
Otras conclusiones son que el grado alcohólico varía (en Bavaria es el 0%, mientras que la de las demás va desde el 0.3% hasta el 0,7%) sin que ello repercuta directamente en las prestaciones gustativas, y que el precio nada tiene que ver con la calidad del producto: la más cara obtiene un suspenso en la cata. Los resultados en la degustación fueron discretos, ya que tres muestras no alcanzaron el aprobado (por escasez o inestabilidad de la espuma y/o sabor poco convincente) y ninguna superó los seis puntos sobre 10 posibles.
La mejor relación-precio corresponde a Damm-Bier (precio medio, bien la cata y sólo 0,4% de alcohol). Para quienes prefieran evitar la ingesta de alcohol la opción es Bavaria (la más barata), a pesar de que en cata no resulte tan satisfactoria como otras cervezas "sin".
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