lunes, junio 25, 2007

Youtube y la resistencia anti-Zetapé

CON LO ALTERNATIVA Q ES LA RED Y Q GANARA ÉSTE, NO ME LO CREO...

Si hoy se celebraran elecciones generales en España y sólo votaran los internautas, Mariano Rajoy sería, sin duda alguna, el próximo presidente del Gobierno. Cierto que esto no es el común denominador de toda la sociedad española, y probablemente todavía hoy el acceso a Internet no es lo suficientemente significativo como dato de referencia para conocer las tendencias electorales, pero sí bastante aproximado. Prácticamente en todos los sondeos que se realizan a través de la red, el Partido Popular aparece como claro favorito frente al PSOE de Zapatero. En Ferraz se han dado cuenta, y por eso han empezado a actuar en la red: infiltran gente en los foros, promocionan periódicos digitales y hasta tienen ya una televisión accesible por Internet. Y es que si hay algo que está haciendo un daño muy considerable a la imagen de este Gobierno y, sobre todo, de su presidente es la circulación masiva de videos anti-Zetapé a través de una de las webs que ha revolucionado el mercado audiovisual: Youtube. Pongan ustedes "antizp" en el buscador de esta web y aparecerán un centenar de vídeos críticos con Rodríguez Zapatero, algunos muy duros. Hagan la prueba de buscar con el lema "antiaznar", y sólo aparecerá un video sarcástico con el ex presidente.

Pero si siguen haciendo la prueba y buscan por José María Aznar, sólo hay trece videos referidos al predecesor de Rodríguez Zapatero quien, sin embargo, con este criterio de búsqueda acumula 113 vídeos en el citado portal, y más de mil si sólo se utiliza su segundo apellido como criterio. De esa cantidad, hay que eliminar no más de tres o cuatro que nada tienen que ver con él. Del resto, tanto en el segundo como en el tercer caso, más del 90% de los vídeos son claramente críticos con la gestión del presidente del Gobierno. Ya dije una vez que Internet estaba cumpliendo un papel muy importante en el movimiento de oposición a Zapatero, sobre todo porque la red supone un espacio de libertad casi imposible de controlar salvo que se prohíba su acceso, que es lo que ocurre, por ejemplo, en Cuba. Pero a la ofensiva que entonces se estaba produciendo en el espacio digital, se ha sumado ahora esta potente herramienta audiovisual llamada Youtube, a través de la cual algunos de los vídeos críticos con Rodríguez están acumulando decenas de miles de visitas y descargas.

Es evidente que Zapatero se está convirtiendo en una estrella de la red, y sobre todo, en una estrella audiovisual de Internet. Lo es por méritos propios, y no precisamente positivos. La burla, la sátira del poder, es un recurso muy manido cuando el poder se ejerce de manera no todo lo democrática que se debiera ejercer. Youtube es a Zapatero lo que los chistes de Franco al dictador. Entonces la sátira funcionaba de boca en boca, ahora lo hace de e-mail en e-mail. La capacidad de penetración que tiene esta herramienta es imposible de medir, pero es evidente que está surtiendo un efecto poderoso sobre todo a la hora de desmitificar esa falsa imagen de presidente bondadoso y tolerante que el entorno mediático de Zapatero –Barroso, Contreras, Prisa- construyó de la nada. Zapatero es justo lo contrario de lo que dice ser, y en que una gran mayoría de la opinión pública se haya dado cuenta de que detrás de su prefabricada sonrisa y su supuesto talante se esconde un lobo con piel de cordero ha tenido mucho que ver la red y, sobre todo, la eficacia de un medio como Youtube.

¿Por qué suscita Zapatero esta fortísima reacción en contra? Sólo encuentro una explicación, y es la de que ha tocado todas las teclas posible que hicieran saltar las alarmas que alertaban del riesgo de dejar de ser lo que somos. Y lo ha hecho hasta el punto de haber vuelto a resucitar esa vieja desconfianza que los españoles hemos tenido casi siempre en nosotros mismos cuando nuestros referentes éticos y morales han estado en crisis, como es el caso. Desconfianza que nos lleva, como señala Julián Marías, a aceptar la descalificación exterior y hacerla nuestra, a tomar lo inferior como superior, lo regresivo como progreso. Zapatero llegó al poder subido a lomos del peor atentado de nuestra historia, y ese es, sin duda, el drama que abarca toda esta Legislatura dedicada a destruir lo bueno que habíamos construido. Y cuando vemos como se desmorona el edificio que habíamos empezado a levantar de común acuerdo en la Transición, una parte muy importante de la sociedad empieza a preocuparse seriamente por su futuro, al menos esa parte de la sociedad intelectualmente preparada para comprender el verdadero alcance del proyecto anti-español de Rodríguez Zapatero.

¿Recuerdan ustedes que antes de llegar al poder y en los primeros compases de la Legislatura Zapatero hizo una especie de causa por la memoria de Cervantes? ¡Que poco queda de aquello, por no decir nada! Al contrario, el proyecto de Zapatero es justo lo contrario del proyecto hispanista de Cervantes, es la cruz de la cara de una España cervantina, definida por Julián Marías como una España para la que “el hombre ha sido siempre persona (...); ha entendido que la vida es misión, y por eso la ha puesto al servicio de una empresa transpersonal; ha evitado, quizá hasta el exceso, el utilitarismo que suele llevar a una visión del hombre como cosa; ha tenido un sentido de la convivencia interpersonal y no gregaria, se ha resistido a subordinar el hombre a la maquinaria del Estado; ha sentido la vida como inseguridad, no ha creído que su justificación sea el éxito: por eso la ha vivido como aventura y ha sentido simpatía por los vencidos. La obra en que lo español se ha expresado con mayor intensidad y pureza, la de Cervantes, respira esta manera de ver las cosas”.

Zapatero ha actuado en contra de todas las fuerzas que a lo largo de los siglos han contribuido a construir y consolidar el proyecto histórico de España, y mucha gente ha visto como sus creencias más íntimas, sus sentimientos más profundos han sido atacados desde una perspectiva utilitarista y destructiva del modo de entender nuestra sociedad. Se han atacado nuestras raíces cristianas, que están en la base del proyecto generador de España, independientemente de que los españoles sean o no cristianos, y de hecho perviven en la estructura de ese proyecto al margen de la religión, como explica también Marías. Ha atacado el sentido liberal del Estado de Derecho, la estructura del modelo descentralizado promoviendo los movimientos secesionistas. Y ha contribuido notablemente a la extensión de la indignidad negociando con los asesinos de ETA, lo cual contribuye eficazmente a la destrucción del sentido moral de la Justicia.

Pero lo curioso es que hasta hace pocos años, la única alternativa que tenía una sociedad hastiada y molesta con quien le gobierna era dejarse llevar por las propias estructuras partidarias o por un entramado de medios de comunicación más o menos sujetos a unas normas no escritas de respeto al poder político y económico. Pero ese stablishment se ha roto con el acceso popular a la mayor red de información y comunicación jamás imaginada por el hombre –bien que lo han notado los medios tradicionales-, que se ha convertido en un auténtico frente anti-Zapatero, que bien podría calificarse de movimiento revolucionario contra el poder establecido. Un buen amigo, inspirador de estas líneas, me lo resumía en pocas palabras: “Hagamos una revolución por la libertad, un nuevo periodo constituyente. Nuestros hijos se merecen que les demos como herencia el mejor país de Europa. Está en nuestras manos”. Parece un buen deseo para el Año Nuevo, y así se lo transmito al tiempo que les deseo lo mejor para un 2007 cargado de esperanzas y deseos de paz y felicidad.

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