sábado, julio 07, 2007

ZP mueve el banquillo: Los recambios han sido imaginativos y, en algún caso, hasta brillantes

José Luís Rodríguez Zapatero ha movido el banquillo. Lo ha hecho tras haber procedido a cambiar las pilas de su varita mágica –o sea, de su optimismo antropológico-, lo que le permitió acudir al debate del estado de la Nación con energías renovadas, con moral de victoria y con deseos incontenibles de cantarle a Mariano Rajoy las verdades del barquero. Puso pie en pared y envió a esta derecha ultramontana un aviso para navegantes: “Ustedes sin ETA no son nada. La necesitaban tras el 11-M, la han buscado incesantemente como autora del aquella masacre en estos tres últimos años y la han convertido en la coartada para responsabilizar, a mi Gobierno y a mí, de las historias más disparatadas, más denigrantes y más canallescas. Hasta aquí hemos llegado, Sr. Rajoy.”

Bernat Sòria salta al césped y la afición aplaude con entusiasmo. Un científico con experiencia dirigirá el Ministerio de Sanidad, uno de los pilares sagrados del Estado del Bienestar. Un médico de prestigio internacional que, por cierto, tuvo que renunciar a trabajar en España porque el presidente del Gobierno de la época, Aznar, se lo impidió de forma inquisitorial. Aznar no quiso enfrentarse a la presión de la Iglesia por la cuestión de las células madre. Más tarde, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, un mea pilas , ...

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