Tras la terrible ofensiva del Ejército de Liberación de los Enanos de Jardín, Bossy lanza aquí una emocionada súplica a quienes en nombre de la libertad amenazan la paz y el bienestar de nuestras urbanizaciones: esos indefensos enanos de piedra, a veces escoltados por simpáticos burritos, que pueblan los jardines de los pacíficos chalets, donde una artística cerámica proclama: "Aquí hi viu un culé" o "Salud y pesetas y lo demás son puñetas", merecen al paisajista tanto respeto como satisfacción proporcionan a sus amos. De igual modo, el parque de ocho hectáreas que Bossy diseña para una familia de banqueros les proporcionará tanto placer a ellos como a mis colegas y a mí el chill out de cinco metros que, con mi mesa de trabajo, me voy a montar yo solito este verano.
ARTUR BOSSY · PAISAJISTA: CREADOR DE CHILL OUTS
LLUÍS AMIGUET - 12/07/2007
Tengo 43 años. Nací en Barcelona. Casado, tengo dos hijos y siete caballos junto a los que he instalado mi chill out. El chill out es la realización del paisajismo moderno: la unión de la armonía exterior y la interior. Odio los enanos de jardín, pero al final los defiendo... ¡Dan tanta felicidad a sus dueños! He sido comisario de Bilbao Jardín
La tradición de jardín por aquí no da para mucho: la caseta i l ´ hortet y el xafreig del pati de la senyora Maria...
- Pero tenemos -por lo menos teníamos- todo el campo y muchos pinos...
-... Y un clima privilegiado para revivir en cualquier monte el locus amoenus, ese espacio siempre imaginado de todas las delicias...
-... Y de flores esmaltado.
- Ese lugar ideal es una constante en todas las culturas, pero el jardín que recrea la primavera eterna, por mucho frío que haga, es una invención nórdica. Por eso, allí arriba saben tanto de horticultura: aquí ya tenemos el campo de verdad durante todo el año.
- Pero usted se dice paisajista.
- El paisajismo es el arte del vacío: cómo llenarlo hasta realizar el ideal de ese espacio idílico. Es un arte total: texturas, colores, perfumes, sabores, músicas, cantos de pájaros e insectos, mobiliario, telas, tierras, plantas - por supuesto- y árboles, agua en todas sus posibilidades de movimiento y estática...
- ¡Qué maravilla!
-... Y también animales en libertad que calmen la ansiedad de captar lo etéreo. Fíjese en que en mis últimas instalaciones paisajísticas para un conocido banquero he incluido caballos blancos que galopan a su capricho...
- Jolín... ¡Qué nivel!
- La calidad del espacio exterior abrirá las puertas de los sentidos por el camino de la plenitud del espacio interior hacia el alma.
- Camino de perfección.
- Y la versión posmoderna del paisajismo es el chill out, el antídoto contra el estrés hecho vivencia y espacio personal, la realización de la vida cotidiana en el exterior.
- ¿Y por cuánto sale el invento?
- Por lo que quiera. Yo he montado chill outs en cinco metros cuadrados con una tarima y cuatro cojines colocados con buen gusto y algunos truquitos más.
- Cuente, cuente.
- La vegetación hoy ya es sólo un elemento más y no el elemento, porque recuerde que mantener un jardín es mucho más costoso que crearlo...
- De acuerdo: un jardín con poco verde.
- La iluminación, el mobiliario, la música, los aromas y el atrezo lograrán el efecto.
- ¿Qué efecto buscamos?
- Depende de usted. Tiene usted que proyectar su personalidad en su chill out. En general, las tendencias apuntan a los muebles enormes de aire colonial, las cortinas de algodón, velas, cerámicas, y las músicas...
- Por supuesto, ¡música chill out!
- Pues otra vez depende de sus gustos, igual que la elección de imágenes o películas no para ser leídas, sino como mero acompañamiento relajante por su calidad hipnótica...
- Eso es lo que hace mi vecina, dormida con el culebrón de la tele a toda pastilla.
- ¡Ah, y los aromas! Un chill out huele a Marruecos: canela, menta, incienso...
- Antes el jardín era un poco de verdura y que quedara bonito.
- Hoy el chill out es el espacio privilegiado de toda residencia. Puede ser la vivienda entre los árboles de Van der Rohe o una cueva balear: el hombre crece en el contacto con la naturaleza y muere cuando se aleja de ella.
- ¿Qué materiales busco para el mío?
- Maderas de mil procedencias, propiedades, colores y texturas, cobre, arena de la playa... Todo está permitido mientras sirva a su relajación interior y su goce sinestésico.
- ¿Qué es lo más rarito que ha instalado?
- Agua eternamente negra sobre acero inoxidable para propiciar la melancolía...
- Es que hay gente para todo.
- Yo he dedicado mi chill out personal al mundo del caballo, que adoro, y junto a mis siete monturas he construido mi espacio.
- ¿No le molesta el olor a boñiga?
- Me relaja e inspira. Son mis bestias favoritas y olerlas y tenerlas cerca me hace feliz.
- Pues usted fue uno de los modernizadores del Jardí Botànic de Barcelona.
- Fui autor del proyecto Nuevas Plantaciones y traje plantas de otros mediterráneos: Chile, Nueva Zelanda, California...
- ¡Bienvenidas, plantas amigas!
- La Anigozanthus flavidus,falsa adelfa o pata de canguro: brinda un amarillo peculiar con una forma como de garra de águila.
- ¿Cuánto cuesta una macetita de ésas?
- En paisajística se necesita mucha más cultura que dinero, pero la excelencia requiere de ambas cosas mucho más de lo habitual.
- Venga, hombre, deme algo baratito.
- Coja una vieja mesa de oficina; quítele las patas y tendrá un tatami. Fórrelo de color burdeos con 30 cm de perimetral y póngale unos cojines. Lo demás es fantasía.
- Dígame más pijaditas.
- Agua. Póngale agua: corriente, estanca, aunque sea en meros cuencos para mojar los dedos y con rosas blancas flotando en ella.
- ¿Y la musiquita y la proyección?
- Es cosa suya... Recuerde que, para sentirse a gusto, debe proyectar su personalidad en cada detalle y esa coherencia dará sentido al conjunto y si, además, acierta con la compañía, va a sentirse como un marajá.
- ¡Y por cuatro duros!
- Los que quiera. Si no tiene límites en su presupuesto, le sugiero que recupere la decadente idea del laberinto...
- ¿Como el de Horta?
- En sus orígenes barrocos, fue el juego erótico favorito de los cortesanos europeos: se ponía una campanita en medio y mientras uno perseguía al otro u otra, los demás podían escudriñar sin ser vistos... El toque de campana proporcionaba el éxtasis auditivo.
- ¡Qué estrés! ¿Tiene algo más descansado?
- Mi sueño sería recrear Madame Butterfly: toda la ópera transcurre en un jardín.
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