Con la reserva hidráulica por debajo del 40% de su capacidad y la falta de expectativas de que la situación mejore, ya se puede hablar de que España vive la peor sequía desde hace 120 años, según dijo ayer el director general del Agua, Jaime Palop. Si el próximo año hidrológico, que empieza el 1 de octubre, es tan seco como el que va a expirar dentro de unos días, será irremediable la imposición de "fuertes restricciones" para el regadío y "algún tipo de condicionante" para atender el consumo humano y las zonas turísticas.
Las predicciones climáticas anuncian problemas graves para la zona mediterránea, donde la sequía se ha consolidado, especialmente en la cuenca del Segura, zona en la que continuarán las restricciones para los agricultores incluso si se registran lluvias en los próximos meses. Tampoco se librarán de las limitaciones en el suministro agrícola las cuencas internas de Cataluña, aunque los problemas serán más leves. De seguir el tiempo seco, en algunas ciudades importantes como Madrid, Sevilla, Granada y Jaén se tendrá que recurrir a las aguas subterráneas, precisó el director general, quien recomendó a las autoridades de esas urbes que se mantengan vigilantes.
Año hidrológico "inédito"
Según Palop, el actual año hidrológico, a punto de terminar, ha sido "inédito" y no ha dejado de deparar sorpresas desagradables. Las precitaciones medias en la Península se cifran en 411 milímetros. Por añadidura, los embalses están al 39,9% de su capacidad, cuando hace dos años por estas mismas fechas estaban al 57%.
Con todo, las perspectivas no son catastróficas, pues con una sequía tan extrema se ha garantizado el abastecimiento humano y la mayoría de los usos agrícolas. Los grandes perjudicados han sido la "agricultura de secano, la ganadería extensiva, el medio ambiente y la sociedad en su conjunto".
La Comunidad de Madrid, por ejemplo, entró ayer en el nivel de alerta 1, lo que obligará a reducir el consumo de agua con medidas que por ahora no comportarán restricciones en el suministro doméstico.
Reciclaje, desalinización y trasvases
La utilización de las plantas de tratamiento de aguas residuales, la desalinización y, en su caso, el trasvase fueron algunas de las medidas defendidas por el científico Alexander Zhender, presidente del Instituto Federal Suizo de Tecnología, para paliar los efectos de la sequía en España.
Zhender, que participa en un ciclo de conferencias celebrado en Bilbao sobre "El Genoma Global", señaló que en España "ya hay plantas de tratamiento de aguas residuales que podrían cubrir las necesidades del 50 al 80% en agricultura". Del mismo modo, admitió la creación de plantas desalinizadoras, "cuyo coste está absolutamente justificado si el agua se precisa para el consumo humano", si bien aconsejó que para el uso agrícola e industrial se mida el coste de la inversión de las plantas con la rentabilidad del producto.
El científico, considerado como el mayor experto europeo en calidad del agua, abordó también la cuestión del trasvase de agua en España, y expuso que esta opción es válida "si sobra, si no se producen daños ecológicos, y siempre y cuando las aguas disponibles en la zona se hayan reutilizado".
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