Dime qué perfume usas y te diré cómo eres
Existen distintos tipos de perfume, dependiendo de la nota predominante que se encuentre en el mismo:
- Floral: Elaborados a partir de extractos de flores como la rosa, la lila, jazmín, peonía o clavel. Los extractos naturales son bastante caros y con el tiempo se han sustituido por extractos florales sintéticos que además de abaratar el coste del perfume cuentan con la ventaja de una mayor duración. Los perfumes florales son femeninos y delicados, y gustan prácticamente a todas las mujeres, pero especialmente a las refinadas y elegantes o muy románticas. Perfumes florales que han pasado a la historia son: L´Air du Temps de Nina Ricci, creado en 1948 y que aún hoy sigue siendo el favorito de millones de mujeres en todo el mundo, el célebre Chanel Nº5 y los más modernos; París de Yves St. Laurent, a base de mimosa o Anais- Anais de Cacharel.
- Verde: Con notas predominantes cítricas de limón, naranja, mandarina u otras como el pino o helechos. Son perfumes muy frescos y naturales, muy adecuados para las más jóvenes que huyen de las esencias densas y dulzonas y también de las mujeres muy activas, deportistas y naturales. Quizá el único inconveniente de los mismos sea su corta duración. Los más conocidos de este tipo son: Amazone de Hermés, Eau de Patou, Fidji, CK One o Happy de Clinique.
- Oriental: Los más exóticos sin duda. Se elaboran con sustancias tales como la vainilla, sándalo, patchuli, aceites esenciales amaderados, almizcle y ámbar gris, este último extraído del intestino del cachalote. El resultado es un perfume sensual, potente y muy denso, apto para una mujer más extravagante, a la cual le gusta dejar huella. Ten cuidado si son demasiado fuertes, pues espantarás a más de uno cuando entres en un ascensor. Es por eso que muchas mujeres los usan sólo en ocasiones especiales, ya que a veces son fragancias algo turbadoras incluso para muchos hombres. Famosas fragancias orientales son: Poison de Christian Dior, cuya aparición en 1985 supuso una ruptura total, Opium, Shalimar de Guerlain, Coco de Chanel o la más moderna, Gloria de Cacharel.
Por supuesto que la gran mayoría de perfumes no responden a un solo tipo de aroma, sino que abundan ,por ejemplo, las mezclas de floral-oriental, como en el caso de Armani o Giorgio de Beverly Hills e incluso verde-oriental como Jungle de Kenzo o Issey de Miyake.
Un perfume para cada ocasión
Dentro de la gama de olores del mismo perfume puedes encontrar desde la más ligera “eau de toilette“, apropiada para las mañanas o el verano, hasta el perfume más concentrado cuando quieras resultar más sofisticada, pasando por el “eau de parfum“ de tipo intermedio. Piensa que no debes ser fiel a una fragancia las veinticuatro horas del día y lo ideal es utilizar tres o cuatro diferentes en función de la ocasión o estación del año.
Cuando vayas a elegir tu perfume no te dejes influenciar en cosas como el diseño del frasco, la publicidad o lo bien que huele en tu mejor amiga, pues el olor no resulta igual en todas las pieles. Por ello, lo más adecuado es que rocíes el dorso de tu muñeca con dos o tres gotas y esperes al menos cinco minutos hasta ver cómo se ha fijado la fragancia en la misma. Un consejo: no te pruebes más de tres perfumes a la vez si no quieres embotar tus sentidos.
En cuanto a cómo perfumarse con efectos duraderos, lo mejor es hacerlo en el cuello, muñecas, nuca y corvas. Un truco muy utilizado es ponerse en el escote un algodón empapado con tu perfume favorito y por supuesto, rociar ligeramente la ropa que vayas a ponerte con un atomizador. No escatimes en calidad ni en cantidad y piensa que un buen perfume, que no siempre tiene por qué ser el más caro, es una de las mejores inversiones que puedes hacer al inicio de cada temporada.
Redacción Mujer
11/4/2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario