La Red sirve de medio para revitalizar corrientes culturales anegadas hasta hace poco por los cauces de consumo masivos.
Acostumbrados a leer noticias nefastas sobre Internet, se nos olvida con frecuencia recordar la espita cultural que también supone. Antes de su implantación masiva, determinados movimientos culturales quedaban limitados a pequeños grupos. Desde la llegada de Internet cada vez hay más información sobre miles de aficiones inaccesibles hasta el momento.
Ahora es fácil hallar contenidos sobre una gran cantidad de temas que antes quedaban limitados a cerrados grupos por distintas razones (geográficas, monetarias,...). En este aspecto podemos decir que Internet ha modificado al estructura interna de casi cualquier trabajo intelectual y cultural.
La amplitud de su alcance hace que un maorí pueda aprender a tocar flamenco y un gitano el didgeridoo. También se puede aprender a bailar, cantar, pintar, escribir, y a todas aquellas pequeñas cosas que siempre se quisieron aprender y nunca se supo cómo. La Red es nido de delincuentes y gran mercado comercial, pero también un pequeño rincón padre de artistas.
Ahora es fácil hallar contenidos sobre una gran cantidad de temas que antes quedaban limitados a cerrados grupos por distintas razones (geográficas, monetarias,...). En este aspecto podemos decir que Internet ha modificado al estructura interna de casi cualquier trabajo intelectual y cultural.
La amplitud de su alcance hace que un maorí pueda aprender a tocar flamenco y un gitano el didgeridoo. También se puede aprender a bailar, cantar, pintar, escribir, y a todas aquellas pequeñas cosas que siempre se quisieron aprender y nunca se supo cómo. La Red es nido de delincuentes y gran mercado comercial, pero también un pequeño rincón padre de artistas.
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