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20 minutos IVÁN GARCÍA. 03.01.2007 - 03:51h
La pilas ni-MH tienen menor tiempo de vida útil que las ni-cd.
Si seguimos unos sencillos pasos podemos evitar engorros tan habituales como el ‘efecto memoria’ o la descarga.
Cada vez tenemos más dispositivos electrónicos y todos son ávidos devoradores de energía en forma de baterías de todo tipo.
La tecnología de las baterías ha evolucionado mucho, pero los buenos consejos para su cuidado lo hacen más despacio. Te enseñamos los tipos que hay y cómo conservarlas en mejor estado.
Qué debes saber
1. No recargables: Las tradicionales pilas cada vez se usan menos. Las salinas han sido prácticamente sustituidas por las alcalinas, de mucha más duración. En algunos equipos, como cámaras digitales, suelen incluirse pilas de litio, aún más potentes y caras que las alcalinas.
Olvida cualquier truco casero para recargarlas: es imposible y lo único que puedes provocar es un accidente.
2. Níquel-cadmio (Ni-Cd): Admiten muchas recargas, pero hay que tener cuidado de que siempre sean completas.
De no hacerlo así, iremos perdiendo capacidad por el llamado ‘efecto memoria’. Lo mismo ocurre si después de cargadas se dejan mucho tiempo en el cargador. Prácticamente están en desuso.
3. Níquel-hidruro (Ni-MH): El ‘efecto memoria’ es mucho menor, de manera que no es necesario que las descargas sean completas, pero conviene hacerlas así de vez en cuando.
Tienen un menor tiempo de vida útil (menos ciclos de carga) y mayor perdida de carga, aunque no se usen.
4. Ión de litio y polímero de litio: No tienen ‘efecto memoria’, por lo que no hay que descargarlas completamente.
Es más, hacerlo es perjudicial, pues la batería puede llegar a dejar de funcionar si se deja así durante un tiempo.
Tampoco es necesario hacer una primera carga prolongada. Si no las vas a usar durante mucho tiempo, lo mejor es dejarlas con el 40% de carga, sacarlas de su aparato y guardarlas en un lugar fresco y seco.
5. En el portátil: Una de las cosas más perjudiciales para la batería del ordenador es tener el portátil siempre, o casi siempre, enchufado.
Al hecho de mantener la batería cargada al 100% de forma permanente se une la elevada temperatura que se suele generar, que es siempre compañera de esta práctica. Por tanto, es mejor quitarla y usarlo sin batería.
Además, aunque ya todas las baterías de portátiles son de litio (ión o polímero), conviene hacerles una descarga completa alguna vez. En este caso, no por culpa del ‘efecto memoria’ –que no existe–, sino para que se recalibren los indicadores de carga que muchas de ellas suelen llevar.
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