miércoles, marzo 19, 2008

Canción triste del ave amenazada

Los machos de la alondra ricotí emiten un canto más pobre al no tener de quién aprender

MADRID.- Una investigación ha descubierto que los machos de algunas especies de aves pierden su repertorio de canto cuando se encuentran amenazadas de extinción.

Esto es lo que le ocurre a la alondra de Dupont (Chersophilus duponti), también llamada ricotí o rocín, un ave esteparia muy escasa cuyas poblaciones se encuentran en recesión.

La investigación, de cuatro años de duración, ha detectado que los machos de las poblaciones más reducidas pierden el repertorio de trinos, notas y secuencias, cuando no tienen otros machos en su población de los que aprender.

El estudio, que se publica hoy en la revista Public Library of Science (PLoS ONE), tiene la utilidad de conocer el estado de vulnerabilidad de las poblaciones de aves, grabando sus cantos y sometiéndoles a un proceso de estudio para averiguar la pérdida de notas.

De esta manera se puede conocer en qué situación se hallan sin tener que recurrir a censos, mucho más costosos y prolongados de realizar, especialmente en aves huidizas y escasas.

Es el caso de la alondra ricotí, cuyas poblaciones europeas sólo se encuentran en España. Sus dos más importantes áreas de nidificación se hallan en los páramos de Soria, Guadalajara y Teruel, y en el valle del Ebro, donde se ha realizado el estudio. Se calcula que no quedan más de 2.000 machos reproductores.

«Ha sido un trabajo arduo y constante» asegura Paola Laiolo, experta de la Estación Biológica de Doñana (CSIC). Al anochecer y al alba durante la primavera, esta bióloga especializada en alondras se trasladaba a las estepas del Ebro a grabar los cantos durante la etapa de cortejo en busca de pareja.

Elección del que mejor canta

«Las hembras se ven atraídas por esos cantos y eligen pareja de acuerdo a la complejidad de los mismos», añade Laiolo.

Pese a las dificultades de grabación a causa del cierzo, un viento que se colaba por los micrófonos direccionales, ha logrado concluir su grabaciones e investigación.

Las grabaciones digitales de campo se han filtrado con un programa especial que los convierte en gráficas, lo que permite averiguar la variedad de secuencias y notas.

La unidad de canto de la alondra ricotí se compone de hasta 12 secuencias diferenciadas o frases, cada una formada por un máximo de 13 notas.

«Hemos logrado grabar a 330 machos, que son los únicos que cantan. Las poblaciones iban desde tan sólo dos individuos hasta más de 50», señala la experta.

La variedad de los cantos delataban claramente la falta de «tutores» en aquellas poblaciones con muy pocos ejemplares.

Incluso, la investigación ha descubierto que cuando los machos no tienen de quién aprender las variedades de notas y melodías, recurren a los de otras aves esteparias, como la cogujada montecina, el alcaraván o la terrera común. En ello les va algo tan vital como encontrar pareja con la que reproducirse.

«A la hembra le atrae la complejidad del canto y eligen de acuerdo a la variedad de notas que pueda emitir el cortesano», abunda la bióloga. Otras hembras prefieren la exhibición del plumaje o la elaboración del nido para elegir pareja.

La alondra de Dupont fue descrita el pasado siglo en Francia, cuando un ornitólogo descubrió un ejemplar errante en unas estepas del país vecino. Sin embargo, las escasas aves que quedan en el continente europeo se encuentran exclusivamente en la Península, en las estepas naturales, donde tienen refugio y alimento.

Su comportamiento es muy esquivo y el color pardo de sus plumas y su pequeño tamaño, las hacen muy difícil de observar, por lo que los censos sólo se pueden realizar con escuchas.

No hay comentarios: