La utilización indiscriminada de la etiqueta ecológica en los proyectos urbanísticos empieza a extenderse. Promotoras como Urbespacios la explotan como argumento de venta
El sector de la construcción ha apadrinado la etiqueta ecológica como ninguno. España se ha llenado de urbanizaciones sostenibles, edificios bioclimáticos y ensanches respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, en la mayoría de los casos la etiqueta se utiliza como una mera herramienta de marketing, en una revisión de aquellos eslóganes como “apartamento de primeras calidades” o “chalet a diez minutos del centro” que monopolizaron los escaparates de las inmobiliarias hace unos años.El director del departamento de Arquitectura Bioclimática del Centro Nacional de Energías Renovables, Florencio Manteca, lo llama “prostitución de los conceptos”. En opinión de este experto, “los promotores están utilizando la palabra bioclimático y similares como mejor les parece, como un argumento para vender antes”.
En la misma línea, el presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Carlos Hernández Pezzi, opina que “no todo lo que se dice ‘sostenible’ lo es, hay mucho de propaganda”. El arquitecto pone un ejemplo de esta apropiación indebida de los conceptos: la Ciudad del Medio Ambiente de Soria, un desarrollo en las márgenes del río Duero que prevé albergar 120 proyectos empresariales, 800 viviendas e instalaciones hoteleras. Todo ello en un paraje natural de gran riqueza faunística, con zonas de especial protección para las aves, a pocos kilómetros de la ciudad...
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