La política popular aisló a España
El ex presidente socialista Felipe González reivindica el esfuerzo realizado a partir de la transición para sacar a España de su aislamiento y de su dependencia de EEUU. Advierte de que cuando Aznar proclama que fue a la guerra de Irak junto a Bush en un intento de cambiar la historia de los últimos 200 años, en realidad dividía la UE y “nos sacaba de nuestro papel como país democrático, europeo, mediterráneo e hispano”.
En una tribuna publicada por El País, Mentiras y mentirosos, el ex presidente alude a una recientes declaraciones en las que Mariano Rajoy reconocía que la guerra de Afganistán era legal y la de Irak no para indicarle al líder popular que “rectificar a medias es quedarse atrapados en la mentira”. Y es que le recuerda que entre ambas guerras hay muchas más diferencias y factores que únicamente el de la legalidad, como que la intervención en Afganistán estaba relacionada con el terrorismo internacional y que la invasión en Iraq a perjudicado la reconstrucción democrática del régimen de Kabul que se pretendía con la resolución de la ONU.
El giro de Aznar
González se muestra contundente al replicar la justificación de Aznar de que si apoyó la guerra de Irak fue para cambiar 200 años de historia de España. El socialista advierte que lo que ofrecía Aznar como “cambio copernicano” en nuestra política exterior era en realidad “una estúpida aventura que nos dividió entre vieja y nueva Europa” y el papel con el popular sacó “pecho de lata imperial” no fue otro que “exageraciones de monaguillos pegados a la cola de los oficiantes para aparecer en la foto” y tratar de convencer “a nuestros amigos latinoamericanos para que se plegaran a intereses que no eran los suyos” y nos conducía a los tiempos en los que la dictadura franquista “entregaba soberanía a cambio de mendigar reconocimiento”.
España tras la dictadura
Aznar torpedeó así una labor del Ejecutivo socialista que González reivindica. “Cuando dejé el Gobierno, nuestro papel en Europa estaba consolidado y era respetado. Nuestra relación con el Magreb y el Mediterráneo era equilibrada y basada en la solidaridad y la defensa de nuestros intereses. Con el área hispana de América y con Brasil se había producido una nueva fase, radicalmente distinta a la de la época de las dictaduras. Con EEUU (…) recuperamos soberanía sin poner en cuestión una relación de confianza", relata.
Cinismo en Irán
El socialista también advierte sobre posibles aventuras bélicas en Irán: “Me preocupa como a todos la proliferación de armas nucleares (…) pero es un ejercicio de cinismo que griten más quienes más tienen, sin ofrecer planes de reducción”.
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