Los ecologistas son un factor de equilibrio. Necesarios en su justo término dentro del ecosistema.. Esto es, que si su número o, mejor dicho, su influencia es la indicada son un elemento profundamente beneficioso para el devenir de la tierra y de la humanidad sobre ella. Pero tanto si su peso disminuye mucho o se engorda demasiado las consecuencias son seriamente perniciosas.
En estos momentos España atraviesa por una crisis muy seria de hipertrofia ecologista. No porque ellos sean muchos ni en realidad tengan peso electoral alguno sino por su influencia. Jamás han logrado un escaño y ya han aprendido que para ocupar cualquier poltrona de poder lo que han de hacer es “encapsularse” en listas de partidos que si obtienen los votos y la representatividad de los ciudadanos. Luego allí extienden tentacularmente su poder. En eso y en llegar a los medios de comunicación-la tarea esencial de algunos grupos es emitir dos comunicados por minuto- son admirables.
Con ello han logrado, sobre todo de la mano del ministerio de Medio Ambiente, al que han convertido poco menos que en una propiedad exclusiva y al que ,desde luego, tienen sometido, con la ministra encantada, a sus más integristas planteamientos y sus propuestas mas talibanes. De sus desvaríos, sea la cuestión el agua nacional y pública ahora convertida en aldeana pelea de taifas, la energía nuclear, la caza de la liebre, la fiesta de los toros o los aprovechamientos primarios nace mucho de lo más nefasto que afecta a nuestro presente y de los despropósitos que pagaremos en el futuro.
El problema del ecologismo en España, de un cierto ecologismo, el que encabezan los grupos Ecologistas en Acción y Greempece, caracterizados los unos exigir en sus asambleas la derogación de la Ley de Partidos o el acercamiento de los presos vascos y los otros por esconderse cuando montan en un avión ya que estas naves contaminan, es que el sometimiento a sus designios de una clase política que le tiene verdadero pánico. Son esos políticos quienes los miman, subvencionan y consienten todo capricho, porque la gente ,a quienes como ellos actúan - otra cosa son los que en verdad trabajan y de ellos hay muchos, de Adena a la Fundación Oso Pardo, de la SEO a Grefa- les tiene cada día que pasa mejor tomada la medida. Y esta cada vez más harta de ellos y de sus imposiciones.
Los ecologistas en España han adquirido, sin voto que los sustente, tal poder, tal influencia, tal omnipresencia mediática, tan desmesurado peso que empiezan a resultar intolerables. Su bula para pontificar, establecer como única verdad la suya y como único camino el que ellos trazan está acabando con la paciencia de la sociedad . Primero con quienes viven y cuidan del territorio , con ese mundo agrario, que está siendo el que sufre cada día y a cada momento el acoso feroz de estos ecologistas del asfalto y de la prohibición. Porque si algo les encanta a estas gentes es prohibir. Esa es su pasión.
P.D. Como complemento a este post hay algunos otros por Oleaje Verde. Como refresco puede entrarse en los siguientes: La Narbona contra el hombre del campo. La naturaleza no es una postal asi como este otro de Algunas precisiones sobre el ecologismo asfáltico y para aquellos que descalifican lo escrito por mi condición de cazador estos otros dos Caza y Conservación y el de Cazador
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