sábado, abril 21, 2007

Échese unas risas en el trabajo

Desde cuándo no se ríe en su jornada laboral? Si lo hace a menudo, usted es un afortunado y, seguramente, rinde más en su trabajo; si no lo hace, vaya pensando cambiar su sentido del humor. Su salud se lo agradecerá, y sus jefes, también.

El ritmo frenético de la sociedad actual es responsable de que el estrés se haya convertido en una de las enfermedades más comunes y sea cada vez con mayor frecuencia motivo de baja laboral, según explicaron los organizadores de las XXXI Jornadas Técnicas de Relaciones Públicas, que comienzan mañana en Madrid en el Auditorio del Centro Español de Nuevas Profesiones.

Los organizadores han buscado en la risa una alternativa para poner remedio a este problema. Para ello ofrecen una propuesta pionera en el sector del humor, las Jornadas Técnicas "Ven de Risas", que van a proporcionar una nueva visión del humor y todas sus aplicaciones en la vida diaria, pero especialmente referidas al ámbito laboral.

Estas jornadas, durante los días 18 y 19 de abril, abordarán el empleo de la risa de una manera novedosa e interactiva en campos como el turismo o la publicidad, en conferencias impartidas por profesionales del mundo del humor, como el arquitecto y dibujante Peridis, o del sector turístico, como José Carlos Muñoz Díaz, socio fundador del "Hotel de la Risa".

Intervendrán también publicistas como Antonio Montero, director Creativo de Contrapunto, risotepareutas como Ana Sierra, profesora de la Fundación Sauce, periodistas como José Luis Lobo, editor del "Diario de la Noche" de Telemadrid, o escritores como Javier Rey de Sola, que explicará la utilización del humor en la literatura.

Las jornadas, de las que se ha responsabilizado la XXXVIII Promoción de la Escuela Superior de Relaciones Públicas, serán presentadas por Francisco Javier Carreño Cima, director del Centro Español de Nuevas Profesiones, y albergarán actividades paralelas, como representaciones teatrales y recitado de monólogos.

Con estas actividades se persigue que los asistentes no reciban un enfoque exclusivamente teórico del tema central de las jornadas, sino que, además, aprendan a reír y afrontar los problemas cotidianos de una manera optimista.

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