Los agricultores levantinos abandonan los cultivos y dejan de invertir por la falta de agua Ultimátum a la vicepresidenta del Gobierno por haber cumplido sólo uno de los ocho compromisos que realizó en septiembreM. BUITRAGO
MURCIA. Abandono de cultivos, deslocalización de producciones que emigran a Extremadura y Castilla-La Mancha, falta de inversiones, reducción de cosechas, productos con menos calidad, arranque de cítricos por el desplome de precios, pérdida de renta agraria... Un cóctel de desánimo combinado con una sobreexplotación brutal de pozos públicos y privados debido a la falta de desembalses del Tajo y de otros recursos hídricos superficiales.
Los regantes y los sindicatos naufragan en la incertidumbre sobre el futuro de las agricultura del Sureste, la más productiva de Europa, que está sufriendo una reconversión forzosa y silenciosa cuyo alcance se quiere medir ahora. Y no por culpa del ladrillo.
Desánimo general
En el Comité de Crisis de la Sequía -que agrupa a una veintena de asociaciones agrarias, sindicatos y empresarios de Murcia, Alicante y Almería- se puso ayer sobre la mesa el desánimo general del regadío del Segura. Su portavoz, Francisco del Amor, va a pedir a cada una de las 80 comunidades de regantes del Sindicato Central un informe para conocer el grado de abandono de cultivos en el tercer año de sequía, algo que Del Amor considera evidente. «Muchos han dejado de invertir para modernizar sus explotaciones debido a la incertidumbre del agua. Tenemos noticias de invernaderos abandonados y de explotaciones de cítricos dejadas en el campo de Cartagena. También han quedado sin atender plantaciones hortícolas y en otros casos han disminuido la producción o el calibre de las frutas y de los cítricos».
Así dibuja el panorama Francisco del Amor, cuyo Sindicato gestiona unas 150.000 hectáreas, en las cuales se han invertido hasta ahora 400 millones de euros en modernización. Así se lo hicieron saber a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la reunión que mantuvieron en septiembre pasado, y de la que ahora se muestran decepcionados por la falta de respuestas del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero a las promesas de entonces para hacer frente al déficit de agua. Por esta razón, el Comité de Crisis decidió ayer enviar otra carta a la vicepresidenta pidiendo una reunión urgente antes del 15 de mayo.
Los miembros del Comité de Crisis reclaman una respuesta clara al Gobierno central sobre el futuro de los regadíos del Segura, en el sentido de que si se ven obligados a reducir la superficie de cultivos deben ser, cuanto menos, indemnizados. «Que nos digan si su intención es que desaparezcan 60.000 hectáreas, pero que nos indemnicen. Queremos saber a qué atenernos», puntualizó Francisco del Amor.
El presidente de COAG, Pedro Lencina, considera por su parte que si se están produciendo abandonos y arranques de árboles no es por falta de agua; aunque sí estima que la incertidumbre que genera está causando la deslocalización de cultivos a otras regiones como Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. Lencina llama la atención además sobre el elevado ritmo de explotación de los acuíferos, que según sus palabras «está esquilmando los pozos, muchos de ellos privados».
Nuevo desembalse
En lo que va de año hidrológico, los regantes del trasvase sólo han recibido 11 hectómetros cúbicos de la cabecera del Tajo, aparte de otros 31 que han comprado a los agricultores de Estremera (Madrid). El Sindicato Central de Regantes ha calculado que las últimas lluvias permitirán aguantar hasta finales de mayo o principios de junio, aunque no será suficiente para atender con garantías todos los cultivos. Considera que los embalses de la cabecera del Tajo se están recuperando y que habrá excedentes para los regadíos, toda vez que almacenan unos 390 hectómetros, que los sitúan 150 por encima de la línea roja que impide trasvasar. Por este motivo, piensan solicitar en la próxima Comisión de Explotación el desembalse de 120 hectómetros cúbicos para tres meses.
Por otra parte, la que enviarán a De la Vega será la tercera carta que le envíen los regantes a la vicepresidenta del Gobierno. Hasta ahora no han tenido siquiera respuesta. El Comité de Crisis de la Sequía decidió ayer darle de plazo hasta el próximo día 15 de mayo para que los reciba en Madrid y den cuenta de los compromisos «incumplidos hasta la fecha» que adquirió Fernández de la Vega en septiembre del año pasado. Los miembros del Comité de Crisis consideran que la situación «es insostenible».
«El incumplimiento está ahí», explicó el portavoz del Comité, Francisco del Amor. «De los ocho compromisos que se plantearon en septiembre sólo se ha cumplido el mantenimiento de las tarifas eléctricas. Pero esta ayuda finaliza en junio y no sabemos si se va a prorrogar». Añadió que la vicepresidenta se había comprometido a mantener una nueva reunión seis meses después para dar explicaciones, y que ese plazo ha vencido con creces. El Comité de Crisis quiere respuestas sobre la redotación de los regadíos, las concesiones legales de los excedentes del Tajo, la garantía de continuidad del trasvase Tajo-Segura, las medidas del segundo Programa Agua para cubrir el déficit de recursos para la agricultura, y unas tarifas más baratas para el agua desalinizada.