sábado, diciembre 08, 2007

Dos litros bastan para ducharse

Jóvenes creadores de 45 países y sus ideas para salvar el mundo

¿Es posible ducharse con sólo dos litros de agua? ¿Y hacer la colada con las cortezas de un árbol del Himalaya? ¿Se puede purificar el aire de una habitación con un producto natural? Son sólo ideas, pero es posible que alguna de ellas pueda vez la luz dentro de unos años.

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Son sólo ideas, pero es posible que alguna de ellas pueda vez la luz dentro de unos años. Como la lavadora sostenible del húngaro Levente Szabó, estudiante de arte y diseño la Universidad Moholy-Nagy de Hungría. Su concepto ganó la quinta edición del Electrolux Design Lab 2007, un concurso internacional en el que 400 estudiantes de diseño industrial de 42 países presentaron propuestas de electrodomésticos ecológicos que podrían estar en el mercado en el año 2020.

Los malos de la película. Se calcula que los electrodomésticos son los responsables del 20% de la energía consumida en un hogar y la idea del concurso es sugerir nuevas formas de fomentar la sostenibilidad, algo que interesa a personajes como Céline Cousteau, miembro del jurado y nieta del oceanógrafo Jacques Cousteau.

La ecolavadora del húngaro se basa en un producto milenario: las cortezas del árbol Sapindus mukorossi, que crece en la India y Nepal y que la población lo ha utilizado para lavar la ropa y tiene propiedades desinfectantes. "Me lo comentó un amigo miembro de Greenpeace", reconoce este estudiante de 23 años, que cree que el árbol podría cultivarse hasta en Europa. La lavadora premiada utiliza menos agua, dice el autor, porque con este detergente no es necesario aplicar suavizante y evita el aclarado. De tamaño reducido, "hasta quedaría bonita en el salón de su piso", dijo uno de los asistentes a la ceremonia. Szabó, que ha ganado 5.000 euros y una beca de seis meses en un centro de diseño, trabaja ahora "en una idea relacionada con los coches de lujo".

El segundo premio fue a parar a la estudiante francesa Laura Pandelle, de l'Ecole Boulle de París, que ha apostado por introducir la energía solar en el hogar a través de una olla portátil con la cubierta que capta los rayos solares, incluso en días nublados, y que calienta por inducción. Si prospera la idea del chino He Cheng Fei, tercer galardonado, las neveras parecerán microhoteles japoneses. El refrigerador modular que ha creado está compuesto por una docena de celdas hexagonales; la particularidad es que mantiene la temperatura de cada celda independiente, para conservar cada alimento mejor y hasta cada celda se puede extraer "para llevarla de pic-nic".

Compartir piso también azuza el ingenio. Tras una experiencia con compañeros perezosos que acumulaban los platos sucios, la rusa Tajtana Voronova, estudiante de Hochschule für Gestaltung Schwäbisch Gmünd en Alemania, decidió diseñar un aparato giratorio, mitad fregadero, mitad lavavajillas. Según su propuesta, en un par de minutos lava las piezas, gastando sólo el agua necesaria. Unas membranas semipermeables eliminan el nitrógeno y las burbujas de oxígeno del agua que impiden a la grasa separarse, sin necesidad de detergente. "Los diseñadores hemos de ser responsables de crear diseños ecológicos y amigables", afirma.

Preocupado por la falta de agua en muchas partes del planeta, João Diego Schimansky, de 21 años, estudiante de la Universidad Católica de Paraná, en Brasil, ha apostado por crear una ducha de niebla, con la cual el usuario podría asearse en cinco minutos gastando sólo un par de litros, en vez de los 26 litros que gasta la ducha más eficiente, dice. ¿Cómo es posible? Su idea se basa en crear una niebla de gotas de agua microscópicas. El agua caliente sale por un vaporizador ultrasónico, tras lo que se filtra a través de láminas de metal perforadas; un sensor inteligente dirige el vapor de agua hacia donde se encuentre en cada momento el usuario.

Nunca la ciencia-ficción pudo salvar tanto el planeta.

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