sábado, marzo 14, 2009

¿Eres feliz?

Genial la entrevista de la Contra a Clément Rosset, filósofo que nos enseña que se puede vivir la alegría simplemente por el hecho de ser, de existir, a pesar de las decepciones que la vida pueda ocasionar. Citaré en primer lugar algunos fragmentos que me parecen reveladores:

Con Nietzsche aprendí la aprobación incondicional de la vida. ¡Qué regocijo, conocer la tragedia de que no hay más mundo que este mundo sin historia! Y me repito con gozo aquel epitafio de Martinus von Biberach…[...] Cioran me aseguró que fue un autor de epitafios… Nada se sabe de él con certeza. ¿Y eso importa? Le cito: “Vengo de no sé dónde. Soy no sé quién. Muero no sé cuándo. Voy a no sé dónde… Me asombro de estar tan alegre“. La alegría nace del ser, de lo que es, de lo real, y es activa. La tristeza nace del deseo, de lo que no es, de lo irreal, y es pasiva.

Aclare.

La visión trágica de lo real es lucidez: es la visión que constata que nuestra vida resiste ¡pese a las infinitas razones para hallarla ridícula, miserable o absurda! He ahí la alegría. Vivir es, en sí mismo, alegría.

Dijo nuestro Llull: “Puesto que existimos, ¡alegrémonos!”. ¿Es eso?

El deseo es penoso y su realización, aún más penosa. Es ilusión. La desilusión, en cambio, engendra serenidad. Saber esto posibilita la sabiduría de la alegría: ¡alegrémonos, ya sabemos que lo peor es inevitable!

Ya le llaman “filósofo de la alegría”.

Denomino “fuerza mayor” a esta alegría sin miedo ni esperanza, sin objeto ni motivo, que aprueba la existencia en su integridad ¡por trágica que sea! Esta alegría es su propia causa y su fin, ¡es la fuerza mayor!

Me parece que Rosset hace un verdadero canto a la vida, a la felicidad en sí misma, por el hecho de encontrarnos vivos, sin que tenga que mediar ninguna razón para ello. No deja de ser una visión de la que ya hemos hablado en otras entradas, un tipo de pensamiento que converge con el pensamiento oriental y con el zen: el hecho de disfrutar la existencia en su propio devenir, cada momento, cada instante, cada suspiro…. Es ese estado en que disfrutamos del camino tanto como de la llegada. Tal vez no haya que llegar a ninguna parte si el camino que escogemos tiene corazón y es tu pasión. Cada momento se convierte entonces en gozo y disfrute, no hay nada que esperar para ser feliz, ya que la felicidad está a cada instante.

Sé que muchos pensarán que sólo unos pocos afortunados pueden escoger ese camino, pero mi pregunta es qué te impide a ti estar entre esos escogidos, que hacen de su vida un viaje placentero y disfrutan de cada instante. Y por favor, no me respondas que es el dinero…..

¿Te consideras una persona feliz? Si no lo eres, ¿qué te lo impide? Revisa la respuesta anterior, ¿está seguro de que es eso lo que te lo impide?

Mertxe Pasamontes

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