Le escribo desde una Biblioteca Universitaria y mi pregunta va por el tema de las tesis doctorales, como sabe son documentos que sí han sido difundidos (exposición pública), pero no publicados. Se nos presenta el problema actual de la digitalización y su puesta a disposición de los usuarios. No hay ningún documento firmado por los autores permitiendo la comunicación pública, pero desde el punto de vista de la difusión, sería posible ponerlas en internet en acceso público de alguna manera? Si no podemos conseguir la autorización del autor, ¿no podremos hacerlo? ¿Qué documento tipo deben firmar los autores para autorizar esa comunicación pública? ¿La Universidad tiene algún derecho o ventaja por ser en el seno de la misma en la que se realiza?
CARLOS SÁNCHEZ ALMEIDA
MADRID.- Un nuevo conflicto entre derechos de autor y derecho ciudadano a la cultura, es objeto del análisis de esta semana del Abogado del Navegante.
¿La tesis para el que se la trabaja?
Se trata de una pregunta recurrente en las universidades públicas, y muy especialmente en las carreras de ciencias. Una tesis doctoral cuesta años de sacrificio, pero también cuesta mucho dinero al erario público, sin cuya aportación la investigación quedaría exclusivamente en manos de empresas privadas.
Las tasas universitarias representan apenas un 15% del coste real de la enseñanza, y muchas tesis doctorales serían de imposible realización de no ser por las becas de investigación, que por exiguas que sean, siempre son mejor que nada.
Teniendo en cuenta la inversión pública en la financiación de las tesis doctorales, es razonable interrogarse si por este hecho adquiere algún derecho la universidad, o por el contrario, rige en toda su plenitud el derecho de autor.
Pues bien, aparte de la cena que el doctorando deberá costear a su tribunal de tesis, en base a esa secular tradición que tan desastrosos resultados tiene en la tasa de colesterol de nuestros catedráticos, nuestro futuro doctor no está obligado a devolver nada a la comunidad. La vigente Ley de Propiedad Intelectual le atribuye los derechos exclusivos, morales y patrimoniales, que le corresponden a todo autor por el hecho de serlo.
En consecuencia, una tesis no puede ser publicada, reproducida, distribuida ni comunicada públicamente, de no mediar la autorización de su autor.
Contrato de edición y publicación de tesis doctorales en red
Nuestra legislación de derechos de autor dispone que toda cesión de derechos de explotación sobre una obra debe formalizarse por escrito. Cuando la cesión tiene por objeto el derecho a reproducir la obra o a distribuirla, estamos ante un contrato de edición.
Si una universidad desea publicar en Internet los trabajos de sus alumnos, deberá suscribir con éstos un contrato en el que se establezcan las condiciones de la cesión de derechos.
Este es el caso de las universidades agrupadas en torno a la encomiable iniciativa Tesis Doctorales en Red, un repositorio cooperativo que contiene, en formato digital, las tesis doctorales leídas en las universidades adheridas al proyecto.
TDR nació como resultado de un convenio firmado en 1999 entre las universidades catalanas y el Comisionado de la Sociedad de la Información y de Universidades e Investigación de la Generalitat, convenio al que posteriormente se incorporarían otras universidades españolas.
Al objeto de establecer el marco jurídico regulador, las universidades firman con los autores de las tesis doctorales, un contrato de cesión de los derechos de transformación, reproducción y comunicación pública, con carácter gratuito y con fines exclusivamente de investigación y docencia.
Es especialmente significativo el artículo 6.1. del contrato, en el que se establece que "La titularidad de los derechos morales y explotación de propiedad intelectual sobre la Tesis Doctoral, pertenece y seguirá perteneciendo al Autor".
Compartiendo el conocimiento: tesis Creative Commons
Aún recuerdo la desilusión que me llevé una vez, cuando quise consultar una tesis doctoral sobre el derecho de rectificación, depositada en la Universidad de Córdoba. El autor, un conocido defensor de la postura 'oficial' en torno a los derechos de autor, recibió la calificación de sobresaliente 'cum laude'.
Desgraciadamente, la tesis sólo se podía leer en papel y en las dependencias de la universidad cordobesa, previa reserva al efecto. La consecuencia es que tan magno trabajo sigue durmiendo el sueño de los justos, y es una lástima.
Siendo encomiable la publicación de las tesis doctorales en Internet, sólo cabe un reproche a la excelente labor que desempeñan las universidades públicas que respaldan la iniciativa. Al publicar las tesis bajo 'copyright' estricto, con todos los derechos reservados, sólo se permite la lectura, pero no su reproducción en otros formatos, ni tampoco reutilizar las obras en nuevas investigaciones.
Al objeto de cubrir este vacío, algunas universidades han apostado por la publicación de los trabajos de sus alumnos bajo cláusulas Creative Commons. Dicha publicación requiere un contrato al efecto, que faculte la publicación bajo el régimen especial de 'Algunos Derechos Reservados'.
La Universidad de Barcelona, colaboradora en su día de la traducción de Creative Commons al castellano y catalán, es una de las instituciones pioneras en la liberación de los trabajos del alumnado, a través de la Oficina de Difusión del Conocimiento. También la Universidad Carlos III de Madrid mantiene un repositorio de tesis doctorales bajo Creative Commons.
Todo trabajo de investigación se basa en investigaciones anteriores, como bien saben los sabios desde los lejanos tiempos de la Biblioteca de Alejandría. Quién sabe si la cura definitiva a alguna grave enfermedad se encuentra dormida en una tesis doctoral, esperando a algún científico del mañana. Remedando a Gandhi: todos los derechos reservados, y el mundo acabará ciego.
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