Gordon Neufeld, en su libro Hold On To Your Kids(En Español:Regreso al Vínculo Familiar), presenta un punto sobre la crianza que fue completamente nuevo para mí, y que luego no lo he vuelto a encontrar expuesto tan claramente por otros autores:
Por qué los padres debemos ser más importantes que los amigos
En Hold On To Your Kids, Neufeld habla de los fuertes e innegables instintos de apego entre padres e hijos, y de cómo estos constituyen la base de nuestra autoridad de padres. Neufeld habla sin miedo de AUTORIDAD y PODER, lo que es en realidad reconfortante, ya que muchos libros de crianza no abordan este tema suficientemente. Él se refiere al “Poder de Criar” o “Poder de Ser Madre o Padre” (the power to parent”), como el resultado de un fuerte apego natural y saludable entre padres e hijos.
Para dar un ejemplo de esta autoridad y poder, Neufeld menciona a los patitos siguiendo a su mamá pata a todas partes. La pata no necesita decirles “vamos!”, “vengan!”, “apúrense!”. Ella solo sigue caminando y los patitos la siguen. A alguien ya le ha pasado que su patito le sigue a todas partes sin necesidad de decir nada? Si yo abro la puerta de salida de mi departamento, Carlos está inmediatamente poniéndose sus zapatos listo para seguirme.
Pero el punto principal del libro es lo que Gordon Neufeld llama “orientación hacia los pares” (peer orientation), opuesto a la “orientación hacia los padres”. Lo que sucede en las especies animales y hasta hace poco sucedía entre las personas, era la segunda: los niños querían ser como sus padres, querían vestirse como sus padres u otros adultos, imitaban a sus padres, jugaban a ser grandes como sus padres. También sus padres tenían la autoridad sobre los hijos.
Por el contrario, el fenómeno de orientación hacia los pares estudiado por Neufeld, se hace evidente cuando los niños buscan esta autoridad entre los niños de su misma edad. Es decir, buscan ser como el niño más popular de la escuela, hacer las cosas que hacen otros niños, y obedecer a las órdenes de otros niños. Está demás decir que los niños o los personajes a los que siguen no son precisamente la mejor influencia.
Aquí hay que aclarar dos cosas:
- Los niños pequeños, al igual que las crías de mamíferos e incluso otras especies menos complejas, buscan una autoridad en quien refugiarse y a quién tomar como modelo. Igual que los patitos le siguen a la pata. Ante la ausencia del modelo idóneo (los padres y otros adultos cercanos), o por la falta de aceptación (niñosque enfrentan rechazo) buscan satisfacer esta necesidad entre sus pares o incluso con objetos. Así empieza la pérdida de autoridad.
- Neufeld no se refiere a que todos los niños sean una mala influencia para nuestros niños. Él señala que los niños se benefician de jugar con otros niños, pero cuando están en un ambiente relajado y “limitado” por la presencia de adultos. Es decir, cuando salen a jugar por su propio deseo, sabiendo que pueden regresar en cualquier momento, no cuando son empujados.
Neufeld habla de su experiencia con chicos recluidos en prisiones juveniles, de intentos de suicido por parte de niños de hogares aparentemente estables, y de historias cotidianas de las escuelas primarias y secundarias. Todo esto para demostrar que es necesario que los padres retomemos esta autoridad que la hemos delegado a otros niños, a personajes de TV, o a objetos inanimados. Él muestra varias alternativas de conexión, para niños y jóvenes de todas las edades, e incluso habla de su propia experiencia de padre.
Hold On To Your Kids es un libro que realza la importancia de la autoridad, basada en el apego, basada a su vez en los lazos de afecto. Realmente un libro para padres de niños de todas las edades. Yo lo recomendaría incluso para padres de jóvenes y hasta de adultos. Ya he dicho que si tuviese que escoger solamente un libro de crianza, me quedaría con este.
Lo recomiendo incluso para quienes no son padres, ya que remueve mucho de nuestra propia crianza. La mayor parte de adultos de mi generación ya hemos crecido con bastante orientación hacia los amigos, y leer Hold On To Your Kids puede resultar un poco incómodo cuando nos vemos como niños en los ejemplos de Neufeld. A mí me cambió tanto la forma de criar a mi hijo, como la forma de ver a mis padres.
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