MADRID | LONDRES.- En contra de su precio más elevado, parece que la comida orgánica no tiene más beneficios nutricionales o para la salud que los alimentos producidos tradicionalmente. Así lo demuestra una revisión de 162 estudios, publicados durante los últimos 50 años.
"Se detectaron algunas pequeñas diferencias en el contenido nutricional de los alimentos producidos orgánica y tradicionalmente", ha indicado Alan Dangour, uno de los autores del informe.
Este nutricionista, en palabras recogidas por 'The Times', explica algunas de estas variaciones nutricionales: "Hay más fósforo en la comida orgánica. Es un mineral importante pero está disponible en todo lo que comemos y no es importante para la salud pública. La acidez también es mayor en los productos orgánicos pero es algo que tiene más que ver con el gusto y la percepción sensorial. No marca ninguna diferencia en cuanto a salud se refiere".
La investigación, que fue ordenada por la Agencia de Estándares Alimenticios del Gobierno Británico (FSA, por sus siglas en inglés), aparece publicada en 'American Journal of Clinical Nutrition'.
"Nuestra revisión indica que actualmente no hay evidencias que apoyen la selección de los alimentos producidos orgánicamente sobre los fabricados convencionalmente en función de una superioridad nutricional", añaden los expertos procedentes de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Un mercado de 34.300 millones de euros
El trabajo desmonta que haya que pagar más por los alimentos orgánicos, como sucede hasta ahora, a tenor de la creencia de que tienen más beneficios para la salud. En 2007, se creó un mercado orgánico global de unos 48.000 millones de dólares (algo menos de 34.300 euros).
Por último, y tal como publica el diario británico, los autores del informe reconocen no haber estudiado la presencia de residuos de pesticidas y herbicidas en ambos tipos de alimentos.
"La FSA ha insistido en que ni está a favor ni en contra de la comida orgánica y ha reconocido que hay muchas otras razones por las que las personas deciden comer productos orgánicos: la preocupación por el medio ambiente y los seres vivos; los mayores controles del bienestar de los animales; y las reglas más estrictas sobre el uso de antibióticos en animales o de pesticidas en las cosechas", destaca el citado periódico en su página web.
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