miércoles, marzo 28, 2012

Si Dios existe, ¿para qué sirve?

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domingo, marzo 25, 2012

viernes, marzo 23, 2012

Jaime Conde y Nacho Juste vs Silvia Salama vs Margarita Alaminos vs "Resulta curioso comprobar cómo con imaginación

http://bellospoemassalomnborrasca.blogspot.com.es/2011/12/poetas-argentinos.html
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Fenomenal fuerza


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sábado, marzo 17, 2012

Baruch de Spinoza

Me he esmerado en no ridiculizar ni lamentar ni detestar las acciones humanas, sino en entenderlas.

http://lastareasdevespasiano.blogspot.com.es/2011/11/un-regalo-de-leyla-torres-quien-sera.html

"Los niños corren más peligro en casa que en la naturaleza"

Niños encerrados en casa, en guarderías, en colegios sin nada verde. El resultado: niños sobreprotegidos que no saben enfrentarse a los peligros, con peor salud y más estrés, obesidad, depresión o hiperactividad. Así lo señala Heike Freire, autora del libro "Educar en verde". Esta psicóloga y filósofa defiende que los niños necesitan un poco de "salvajismo" diario, mancharse las manos con barro o subirse a un árbol, y apela a los padres para que apoyen la tendencia innata de sus hijos por lo natural, incluso al lado de casa: oír los pájaros, ver las flores, investigar, observar. "Los niños y la naturaleza se necesitan mutuamente", asegura Freire.

En su libro asegura que los niños, como el resto de la sociedad, viven de espaldas a la naturaleza.

"Hemos creado a los niños un mundo artificial, abstracto"
Les hemos creado un mundo artificial, abstracto. En el colegio, las flores, los animales, son de plástico. Para mi, educar en verde es recuperar la conexión real con la naturaleza y asumir que la naturaleza también necesita a los niños. Presentar como ejemplo de educación ambiental a niños frente al ordenador con temas de naturaleza es equivocado.

¿La tecnología es mala?

Sirve para muchas cosas, pero no para acceder a lo esencial. Los niños necesitan contacto directo, el olor de una flor, el tacto de una oveja, etc. Después pueden utilizar Internet para ampliar la información o para conocer otros mundos. Pero su primer contacto no puede ser mediante un ordenador.

¿Qué se puede hacer?

"Cuando se les pregunta a los niños cómo mejorarían su ciudad, piden espacios verdes"
En el colegio, en la familia y en la ciudad se pueden hacer todos los días muchas pequeñas cosas para que los niños tengan ese contacto real con las cosas. No es necesario ir a un gran espacio natural. Además, hoy en día casi todo es ciudad. Por ello, como comenta una urbanista americana, tenemos que reinyectar naturaleza en la ciudad. Cuando se les pregunta a los niños cómo mejorarían su ciudad, piden espacios verdes.

¿Qué ventajas tiene "educar en verde"?

Muchos de los problemas de la infancia hoy en día, como el estrés, la obesidad, la depresión o la hiperactividad, se pueden achacar a esa falta de contacto con la naturaleza. Numerosos estudios señalan que los niños que pasan más tiempo al aire libre:

Tienen mejor salud y caen menos enfermos que quienes van a guarderías cerradas.
Desarrollan más sus habilidades motoras, algo básico para otros desarrollos mentales, cognitivos, del lenguaje, etc.
Sufren menos problemas de acoso escolar, bullying o conflictividad cuando están en espacios abiertos, aunque no tienen por qué ser verdes.
Desarrollan más su capacidad de concentración. Se ha visto que ayuda a niños con problemas de TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad). Muchos de los problemas de atención de los niños se deben a que están hiper estimulados. Tienen juguetes de colores, luces, sonidos estridentes, mientras que la naturaleza es más suave. Por eso también invitaría a un consumo responsable. No les llenemos de cosas a los niños.
¿Los niños de ahora tienen una menor conciencia ecológica?

"Muchos de los problemas de la infancia hoy en día se pueden achacar a la falta de contacto con la naturaleza"
Los niños desde pequeños tienen una atracción innata hacia la naturaleza. Pero necesitan un poco de "salvajismo", mancharse las manos con barro, subirse a un árbol, etc., y lo están perdiendo, aunque en cuanto se lo ofreces, lo disfrutan.

¿No es contradictorio inculcar el respeto a la naturaleza y que los niños sean "salvajes" en ella?

La naturaleza hay que cuidarla, es verdad, pero al transmitirlo a los niños podemos cortarles esa relación con ella. Mucha de la gente comprometida en la defensa de la naturaleza ha tenido en su niñez un contacto íntimo con ella. El periodista ambiental Carlos de Prada ha reconocido que de pequeño "mató muchos pájaros".

Sin embargo, lo más escuchado en un parque es "no te manches, no toques, no rompas, no hagas..."

"Los niños superprotegidos se enfrentan peor a los peligros"
Vivimos en un mundo donde todo tiene que ser perfecto, limpio. Parece que la naturaleza es suciedad, desorden. Pero nos da la vida y nos enterramos vivos en espacios excesivamente limpios. Estudios sobre desarrollo infantil señalan que los niños en casa corren tanto o más peligro que fuera. Los niños superprotegidos se enfrentan peor a los peligros. La infancia es la época de la vida más peligrosa. Si no se exponen a riesgos y no aprenden a evaluarlos y a asumirlos, en realidad, les desprotegemos.

Pero la naturaleza también puede ser letal.

No digo que haya que dejarles a su suerte. Hay que trabajar con ellos el "análisis riesgo-beneficio": animarles a que observen, a que vean los riesgos y qué beneficios pueden sacar si los asumen y cómo se pueden proteger. La vida implica riesgos.

¿Qué principales consejos les daría a los padres?

"En vez de regalarles un cervatillo de peluche, hay que llevarles a que vean uno de verdad"
Que acompañen y apoyen la tendencia de los niños hacia el mundo natural. En vez de regalarles un cervatillo de peluche, llevarles a que vean uno de verdad. Y que ese contacto sea diario, aunque sea en el parque de al lado, acompañarles y que disfruten de estar en el verde, oír los pájaros, ver las flores, investigar, observar.

¿Qué opina de las áreas de juego infantiles?

No tienen nada de naturaleza. Ya en los años veinte un arquitecto danés contaba que los niños jugaban fuera de los parques que él diseñaba. Les lleva a un rol pasivo, no se les deja interactuar, construir, etc. Richard Louv, autor de "El último niño en los bosques", el libro en el que me he inspirado, señala la contradicción de que somos responsables de la destrucción de muchas cosas naturales y la desaparición de tantas especies, y cuando un niño rompe el tallo de una planta en un parque, armamos un escándalo.

¿Se pueden hacer actividades "verdes" en las ciudades?

"En los parques infantiles se les lleva a un rol pasivo, no se les deja interactuar, construir, etc."
En vez de esos parques, se podría hacer lo que los anglosajones llaman "adventure playgrounds", áreas donde los niños pueden investigar, crear, tocar, construir cosas en el mundo natural. Las familias pueden hacer muchas actividades para que los niños tomen conciencia de la naturaleza en torno a su hogar, incluso en una ciudad, los árboles, las pequeñas plantitas. Se puede favorecer que apadrinen árboles. Los huertos urbanos pueden servir para que vean cómo crecen las plantas, cómo se puede reciclar, para que jueguen con barro, con plantas, con los elementos, que construyan, etc. En las comunidades de vecinos, las azoteas se pueden transformar en huertos. Además, los niños necesitan contacto con personas y niños de otras edades. Hay que recuperar los lazos comunitarios, vecinales.

Los colegios tienen programas educativos ambientales como la Agenda 21 escolar. ¿Son suficientes?

No. Hay muchísimo que hacer. La educación ambiental no es una prioridad. Estamos dos pasos más atrás de lo que defiendo en el libro. Se imparten contenidos abstractos y, además, la mayor parte no están bien tratados, según un estudio de Ecologistas en Acción, que apunta a España como uno de los países más atrasados en este sentido.

¿Qué se podría hacer?

"En el colegio se imparten contenidos abstractos y la mayor parte no están bien tratados"
En el libro hablo de experiencias de escuelas que tienen acuerdos con granjas, con espacios naturales, para que los niños salgan allí, o de escuelas con sus propios huertos y espacios verdes. En algunos países europeos, como Reino Unido, se plantea la idea de impartir la primaria y secundaria en los bosques. Hay experiencias de escuelas que se basan en huertos para dar todo el currículo, desde las matemáticas a, por supuesto, las ciencias naturales. En España, muchas escuelas de Madrid piden ayuda al ayuntamiento para hacer huertos en los patios, en Mallorca he oído hablar de eco-escuelas que llevan a los niños al bosque. Hay muchas fórmulas, desde estar todo el día en el bosque hasta salir un rato. Lo que no es de recibo es que se haga una excursión una vez al año.

¿Algún mensaje clave que quiera destacar?

Los niños son el futuro. Tenemos que cultivar ese sentimiento de amar a la naturaleza que está en todo ser humano, porque lo necesitamos, tanto la Tierra como nosotros. Vida siempre habrá, pero si no asumimos una vida sostenible, la especie humana desaparecerá.

Quién es Heike Freire
Heike Freire es licenciada en psicología y en filosofía por la Universidad de París X. Fue consultora del Gobierno francés desde el Instituto de Educación Permanente de París. Ha impulsado diversos proyectos pedagógicos y es colaboradora habitual sobre temas de infancia, naturaleza, democracia, arte y educación en revistas como Cuadernos de Pedagogía, Aula, Escritura e Imagen, Integral, Crianza Natural, Frontera Digital, El rapto de Europa o Vivir en Familia. También se la puede leer en su blog "Educar en verde".

viernes, marzo 16, 2012

estupefacción vs Epicuro



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jueves, marzo 15, 2012

Melisa

Nombre Científico: Mellisa officinalis
De la familia: Labiadas
Origen: Sur y centro de Europa.
Descripción
»Se trata de una planta vivaz que crece de forma silvestre en terrenos ricos en nutrientes y con mucha sombra, pudiendo llegar a alcanzar los 80 cm de altura.
» Sus hojas, perennes, son acopladas, dentadas y con un olor a limón muy característico, de color verde, muy vivo. Presentan una ligera vellosidad en su superficie.
» Sus tallos se distinguen por ser rectos y angulosos, ramificados desde la base. Disponen las hojas en pares opuestos.
»También se le conoce con el nombre de 'toronjil', debido a su intenso aroma que recuerda mucho al limón.
» Floración:desde mediados de primavera hasta finales de verano. Sus flores son pequeñas, de color blanco o ligeramente rosado, y no son demasiado vistosas. Aparecen agrupadas en verticilos que pueden llegar a contener hasta 10 flores.
Cuidados
» Riego escaso, durante los meses de calor es suficiente con regalarla una vez por semana. Durante el invierno, podemos olvidarnos del riego, siempre y cuando haya un mínimo de precipitaciones. Si optamos por cultivarla en maceta, sí conviene incrementar un poco la frecuencia.
» Luz: es una planta que soporta cualquier condición, aunque sus hojas tendrán mejor calidad si la plantamos en semi-sombra.
» Tipo de suelo: procura buscar un terreno con buen drenaje y rico en materia orgánica, aunque la melisa puede crecer en zonas muy arenosas y pobres como los bordes de los caminos.
» Multiplicación:por esquejes en primavera y otoño, aunque también podemos usar la técnica de división de mata al año siguiente de su cultivo. Si se opta por sembrar semillas, el verano es la mejor estación, ya que necesitan mucho calor para germinar.
» Abonado: anualmente, aplicaremos una pequeña dosis de abono orgánico al inicio de la primavera.
Curiosidades
»La melisa es una planta ideal para cocinar, ya que sus hojas aportarán un ligero toque de limón a tus platos. Experimenta con ella en tus guisos, sopas, carnes, postres y ensaladas: seguro que aciertas de lleno.
»Contiene aceites esenciales que alivian el estrés y nos relajan. Podemos preparar nuestras propias infusiones caseras hirviendo un poco de agua y añadiendo después las hojas secas de melisa.
» Además de calmarnos, nos ayuda a combatir el insomnio, las palpitaciones y, en el caso de las mujeres, alivia los dolores causados por la menstruación.
» Si la plantamos en maceta y la resguardamos del frío invernal, podemos disfrutar de esta planta aromática durante todo el año.

domingo, marzo 11, 2012

La 'psicología' del cambio climático en EEUU

Los estadounidenes, totalmente divididos y cada vez más confusos
El 65% considera que el Gobierno federal debe regular las emisiones de CO2
Sin embargo, sólo el 45% apoya la política del presidente, Barack Obama
Carlos Fresneda (Corresponsal) | Nueva York
Actualizado lunes 21/12/2009 22:00 horas

Los estadounidenes se encuentran cada vez más divididos y confusos ante la cuestión del cambio climático. El 65% considera que el Gobierno federal debe regular las emisiones de CO2, pero tan sólo el 45% apoya la política del presidente Obama y un 57% se opone a la ayuda a países en desarrollo para reducir los gases invernadero, según una reciente encuesta del 'Washington Post'.

Otro estudio, 'La psicología en la comunicación del cambio climático', elaborado por el prestigioso CRED de la Universidad de Columbia ahonda en la percepción que los norteamericanos tienen del tema y profundiza en las claves para explicar el "bache" que existe en la opinión pública en las dos orillas del Atlántico.

"Los medios norteamericanos tienden a dar una cobertura 'equilibrada' a los dos extremos del debate del cambio climático", sostiene Debika Shome, coautora del informe de la Universidad de Columbia. "Si acabas viendo la misma cobertura de los 'escépticos' que de los científicos, la conclusión que puedes sacar es que se trata de un problema bastante más incierto de lo que realmente es".

'Aturdimiento emocional'

Debika Shome destaca que la propensión de los medios a recalcar los "aspectos negativos" del cambio climático puede provocar también una sensación de "aturdimiento emocional". "La gente está dispuesta a reconocer el problema si cree que existen soluciones para poder aplacarlo", asegura la experta del estudio publicado por el Centro para la Investigación de Decisiones Ambientales (CRED).


Lo ocurrido en Estados Unidos desde la llegada al poder de Obama es sin duda un caso de estudio. Tan sólo el 57% de los norteamericanos piensa a estas alturas que existe una "sólida evidencia" de que el planeta se está calentando, frente al 71% en el mes de abril, según otro sondeo del Pew Center. Apenas el 36% cree que la actividad humana contribuye al calentamiento global, considerado como un problema "muy serio" por el 35% de los norteamericanos.

"Cuando la economía, la reforma sanitaria y el terrorismo figuran en la lista de prioridades, el cambio climático sale perdiendo", admite Debika Shome. La psicología humana atiende al peligro inmediato, y lo cierto es que desde el huracán Katrina con la excepción de los fuegos de California y la sequía en el sur- los norteamericanos no han tenido una "experiencia concreta" que corrobore la tesis de los científicos.

Pese a intentos destacables como el No Impact Project o The Story of Stuff , que han usado el humor y ejemplo personal como modo de persuasión, lo cierto es que la mayoría de los norteamericanos sigue mostrando una resistencia ancestral a los pequeños grandes cambios en la vida diaria.

La polarización de la vida política ha repercutido también de una manera muy visible en la postura ante el cambio climático. Según el sondeo del 'Washington Post', el 58% de los republicanos desconfían hoy por hoy de lo que dicen los científicos, frente al 29% en abril del 2007, cuando Bush estaba en el poder y la Casa Blanca censuraba cualquier referencia al 'calentamiento global'.

jueves, marzo 01, 2012

Guia botànica del Parc Natural del Montgó

Jaume X. Soler; Lluis Serra; Joan Torres. Ajuntament de Xàbia, 2006.
isbn 84-87898-24-6