jueves, febrero 28, 2008

miércoles, febrero 27, 2008

vueltaaaaaaaaaaaaa






jesus marzoa vs Ceratotherium simum




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martes, febrero 26, 2008

Estudiar ciencias ya no seduce

Los nuevos modelos de éxito restan estudiantes a las ciencias - Pero España precisará 50.000 científicos en cuatro años

Los modelos de éxito han cambiado, estudiar ciencias ya no garantiza una gran salida y la presión familiar ya no es tan fuerte. Tampoco la cultura del esfuerzo. Son muchas las razones que explican esta nueva realidad: la ciencia pierde estudiantes en el mundo occidental, también en España. Y en muchos laboratorios hay más extranjeros haciendo la tesis que españoles.

Numerosos laboratorios tienen ya más extranjeros que españoles

La cultura del esfuerzo es menor, y también la presión familiar

?La calidad de los estudiantes ha caído?, asegura un neurocientífico

Un investigador puede empezar cobrando menos de 1.000 euros

Tras varios años de descenso por motivos demográficos, el número de nuevos estudiantes universitarios se ha estabilizado prácticamente este curso. Sin embargo, en las carreras científicas y técnicas ha disminuido un 5%, continuando la tendencia de años anteriores. La crisis de las vocaciones científicas, que empezó en un gran número de países desarrollados a finales de los noventa, no ha tocado todavía fondo en España, lo que preocupa, y bastante, a gestores y educadores. Cuando se trata de elegir una carrera, los jóvenes muestran una gran afición por las ciencias sociales y la economía y menos interés por las ciencias experimentales y la tecnología, pero hay una gran excepción, las ciencias de la salud, que siempre tienen más demanda que las plazas existentes en las universidades.

Como un poliedro con muchas caras distintas, el fenómeno es complejo. Ha aumentado mucho la oferta, sobre todo en carreras de ciclo corto, y los modelos de éxito que se presentan a los jóvenes -el gestor de fondos de inversión, el director de mercadotecnia, el empresario punto.com- contribuyen al desinterés, según los expertos. La cultura del esfuerzo ya no se lleva tanto y muchos estudiantes creen que las ciencias y las ingenierías son demasiado duras. En esta percepción puede influir la antigüedad de los planes de estudio, la falta de una carrera investigadora y los pocos doctores en ciencias y en ingeniería que acoge la empresa privada. Los jóvenes tienen muchas menos presiones familiares que antes para emprender unos estudios determinados y la profesión de los padres es más bien un factor disuasorio.

Juan Antonio Peña y Martín, de 23 años, es un ejemplo de estudiante atraído por la ciencia, en este caso la biología, que decidió hacer la doble carrera de Administración de Empresas y Derecho por las advertencias recibidas de sus profesores sobre la escasez de salidas profesionales en biología. "Yo no quería dedicarme a la investigación, que es una salida, y se me daban bien las matemáticas aplicadas, pero no quería ser ingeniero. Toda mi familia lo es y se dedican a otras cosas, y yo eso no lo quiero", afirma.

Otros estudiantes son vocacionales, sean químicos o filólogos, porque también en humanidades las salidas son problemáticas. Raúl García, de 23 años, ha terminado Químicas y piensa dedicarse a la investigación. Ninguno de sus progenitores es científico. La salida profesional no la tuvo en cuenta al iniciar la carrera, sino su afición por la vida y el medio ambiente.

Ana Enjuanes, psicóloga clínica, recuerda que quería hacer Medicina y que el problema en su caso fue la nota de corte. La profesión de sus padres, biólogos, no le atraía porque conocía perfectamente su dureza y exigencia. "Dedicarte a la investigació supone estar siempre entre los mejores", comenta.

Y los datos indican que hacen falta científicos. Aunque en algún sector la oferta sea demasiado alta (se dan matemáticas en 25 universidades españolas, nada menos, y hay ocho centros de ingeniería de telecomunicación sólo en Madrid), en general es adecuada, según el análisis del Ministerio de Educación y Ciencia. Sería una lástima y malo para España que no se aproveche y que lleguen incluso a cerrarse algunas facultades, como está sucediendo en el Reino Unido en Químicas y en Físicas, según Miguel Ángel Quintanilla, secretario de Estado de Universidades e Investigación. "Calculamos que necesitamos incorporar al sistema de ciencia y tecnología 50.000 científicos e ingenieros en los próximos cuatro años", dice, y recuerda que laboralmente estos profesionales no están mal considerados, especialmente los ingenieros.

Las salidas profesionales son un factor a tener en cuenta, pero en algunos casos parece que la información no llega bien a los estudiantes. Las carreras de Matemáticas han perdido en 10 años la mitad de los alumnos, pero un estudio de la Real Sociedad Matemática Española demuestra que la mayoría de los titulados trabaja en empresas de ámbitos muy diversos, como la administración de empresas, las finanzas y la banca. "Al cabo de dos años, el índice de desempleo es de sólo el 5% y la ocupación es casi plena después de cinco años", explica Javier Soria, de la Universidad de Barcelona.

El número de estudiantes ha bajado en casi todas las carreras de ciencias experimentales en los últimos cinco años, confirma Carmen Acebal, vicerrectora de investigación de la Universidad Complutense. La excepción son las ciencias de la salud, incluida veterinaria, por la razón, cree, de que son vocacionales. "Los estudiantes se están polarizando en ciertas carreras (ingenierías, medicina y biología), dejando muchas otras prácticamente vacías", asegura el físico Rodolfo Miranda. "Este curso se preinscribieron más estudiantes en biológicas en la Universidad Autónoma de Madrid que en todas las demás carreras de la Facultad de Ciencias. Ni hacen falta en España tantos biólogos, ni tan pocos químicos, físicos y matemáticos".

Sin embargo, en el ámbito de la biomedicina, Carlos Belmonte, neurocientífico y presidente de la Organización Internacional de Investigación del Cerebro, tampoco está contento: "Me preocupa más la calidad que la cantidad, he notado que la calidad de los estudiantes está cayendo y que los licenciados que se dedican luego a la investigación en medicina y en biología ya no son los mejores". También es verdad que un investigador doctor puede empezar cobrando menos de 1.000 euros en un contrato beca y sobrepasar apenas 3.000 euros en la cúspide de su carrera, informa la Federación de Jóvenes Investigadores.

Nazario Martín, presidente de la centenaria Real Sociedad Española de Química, se muestra también preocupado peroquiere creer que lo peor ya ha pasado y que la emigración contribuirá a un repunte en el número de estudiantes de químicas, que se ha reducido en un 40%.

Otras ingenierías (aunque no todas, la mayor demanda es en arquitectura pero en informática ya sobran plazas), no escapan a los problemas, entre ellos una tasa de fracaso del 30% en primero y segundo cursos. "La oferta es demasiado abundante y se ha desestructurado, pero no nos sobran los ingenieros", diagnostica Aníbal Figueiras, presidente de la Real Academia de Ingeniería. En España hay unos 240.000 titulados, una tasa tres veces menor que en China, por ejemplo. "Hemos perdido el tren por no haber explicado bien la profesión, la sociedad no ve lo que hacen los ingenieros", sostiene Figueiras.

El problema que casi todos los consultados citan como más grave es el descenso de estudiantes predoctorales. "Al acabar la carrera el número de los que aspiran a realizar una tesis doctoral es muy reducido. En muchos de los laboratorios y grupos más competitivos hay hoy más estudiantes extranjeros haciendo la tesis que españoles", explica Miranda. "En la universidad y en el CSIC nos quejamos de que no encontramos alumnos para el doctorado", comenta Acebal. "Los jóvenes no ven estímulo en seguir formándose y una de las razones es la ausencia de una carrera investigadora".

La coincidencia es grande en que para atacar el problema hay que empezar por propagar la cultura científica. Ha sido uno de los objetivos del Año de la Ciencia, recientemente clausurado por la vicepresidenta del Gobierno. A partir del curso que viene los estudiantes de Bachillerato tendrán la asignatura Ciencias para el mundo contemporáneo. Se intenta que la cultura científica impregne toda la cultura universitaria, afirma Quintanilla, quien anuncia para la próxima legislatura, si el PSOE sigue gobernando, incentivos economicos a estudiantes e instituciones para hacer más atractivos los estudios científicos.

En Minas de Madrid saben de qué va eso. Cuando empezó a descender el número de estudiantes alarmantemente a finales de los noventa, ofrecieron matrícula gratis a los mejores candidatos, pero no dio resultado. Mucho más eficaces fueron los nuevos títulos creados (ingeniero geólogo y de energía). "En Madrid hemos parado el descenso del número de alumnos", explica Alfonso Maldonado, director de la escuela, algo que no han logrado todavía Montes y Navales, las otras ingenierías más afectadas.

Los numerosos centros de divulgación científica que se han creado en los últimos 20 años en España también aportan su grano de arena para dar una visión más positiva de la ciencia. "Me hicieron en 2005 padrino de la promoción de la Facultad de Ciencias de Vigo, porque muchos estudiantes habían elegido la carrera tras visitar la Casa de las Ciencias", recuerda con cariño Ramón Núñez, creador de los Museos Científicos Coruñeses.

La Enciclopedia de la Vida debuta en Internet

La enciclopedia 'online' e interactiva se estrena hoy con el objetivo de catalogar 1,8 millones de seres vivos

Las primeras 30.000 páginas de la Enciclopedia de la Vida ya están en Internet, el primer paso de un proyecto que algún día catalogará en la Red aproximadamente 1,8 millones de especies de seres vivos del planeta.

La noticia en otros webs

La Enciclopedia de la Vida, EOL en sus siglas en inglés, está gestionada por una secretaría del Instituto Smithsonian en Washington en colaboración con decenas de centros de investigación y científicos de todo el mundo y es algo así como una Wikipedia de la naturaleza abierta a todos, pero controlada por expertos. Cuando se complete en el 2017, esta enciclopedia virtual será "una referencia en la Red y fuente de datos sobre cada una de los 1,8 millones de especies nombradas y conocidas en este planeta, así como todas aquellas aún por descubrir", afirman los responsables del proyecto en su página web.

"La EOL será usada como herramienta de enseñanza y de aprendizaje ayudando a científicos, educadores, estudiantes y toda la comunidad a entender mejor este planeta y quién lo habita", aseguran. Claro ejemplo de ello son algunos términos utilizados por la enciclopedia; el ursus maritimus, comúnmente conocido como oso polar, o la oryza sativa nombre científico del arroz, son algunas de las especies cuyas páginas están disponible ya en la red. La enciclopedia ofrece todo tipo de información sobre hábitat, genética o biología molecular, así como otras fuentes y referencias sobre la especie en la literatura y en la red.

La Wikipedia de la naturaleza

Jim Edwards, director ejecutivo del proyecto, y E.O. Willson, profesor de la Universidad estadounidense de Harvard (Massachusetts) e ideólogo de la enciclopedia, creen que esta Wikipedia de la naturaleza facilitará la colaboración en la comunidad científica y abrirá la puerta a numerosos avances en biología: "Creo que disponer de una enciclopedia sobre todas las especies permitirá la aparición de nuevos tipos de estudios, proyectos e, incluso, industrias".

Ambos científicos dijeron que la EOL funcionará en cierto modo como la enciclopedia en Internet Wikipedia, donde cualquiera puede escribir y editar artículos, con la diferencia de que, en este caso, sólo determinados miembros de la comunidad científica pueden publicar. Los organizadores del proyecto eligen a estos científicos participantes que pertenecen a institutos y universidades de todo el mundo. No obstante, el público en general podrá enviar fotos e información sobre especies que los científicos estudiarán.

Edwards considera que a EOL "tendrá un impacto especialmente grande en los países en vías de desarrollo", donde el acceso a textos e información científica es más complicado. En un futuro, los artículos de la enciclopedia estarán disponibles en varios idiomas para que sea accesible y utilizada por comunidades de todo el planeta.

En este sentido, la EOL colabora con instituciones como el Instituto de Biodiversidad de Costa Rica o el Instituto Humbold en Colombia para elaborar la versión en español del portal. Este proyecto, que se inició en el 2003, ha sido posible gracias a muchas horas de trabajo y la aportación económica de varias fundaciones estadounidenses pero sus organizadores reconocen que tienen que desarrollar modelos de financiación para subsistir a largo plazo. No excluyen, incluso, incluir publicidad en sus páginas, si bien Edwards reconoce que espera "no tener que llegar a ello y que se adopte otro modelo". El gran público podrá poner su granito de arena "apadrinando" la página de su especie favorita con una pequeña cantidad de dinero, una posibilidad que estará disponible en breve.

sábado, febrero 23, 2008

Louise Docker






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Bioindicadores: Seres vivos que detectan la contaminación

(Imagen: Louise Docker)

Las alteraciones de la calidad medioambiental se pueden comprobar observando a organismos especialmente sensibles a estos cambios

Ante la más mínima alteración de las condiciones de su entorno, algunos seres vivos generan una determinada respuesta, cambiando sus funciones vitales y/o su composición química o genética, o incluso acumulando el agente contaminante (bioacumuladores).

Por ello, estos seres vivos se pueden convertir en unos indicadores biológicos muy útiles, fiables - y económicos - para evaluar la calidad ambiental del suelo, el aire o el agua. Así lo ha asumido por ejemplo la nueva Directiva Marco de Aguas, que incorpora el uso de bioindicadores para indicar el nivel de degradación o el buen estado de un ecosistema.

Estos seres vivos se pueden convertir en unos indicadores biológicos muy útiles, fiables - y económicos - para evaluar la calidad ambiental del suelo, el aire o el agua

En este sentido, algunos animales son conocidos tradicionalmente por los pescadores como buenos indicadores de las condiciones de los ríos. Tal es el caso por ejemplo de los mirlos acuáticos, las libélulas y caballitos del diablo, las nutrias o las ranas comunes. Este tipo de animales necesitan unas aguas muy limpias para encontrarse a gusto. Si aparece algún mínimo elemento contaminante, que podría pasar desapercibido para los seres humanos, estos seres huyen del lugar.

Por su parte, investigadores de la Universidad del País Vasco están utilizando también diversos bioindicadores para analizar la Ría de Bilbao, muy castigada por la contaminación industrial de la zona a lo largo del siglo XX y que ahora se encuentra en pleno proceso de recuperación.

Proyectos muy diversos

Las plantas son unos indicadores muy utilizados por los investigadores, ya que se basa en técnicas simples y relativamente económicas. Por ejemplo, el proyecto europeo "Eurobionet" pretende evaluar la calidad del aire e identificar los contaminantes atmosféricos en diversas ciudades de Europa, entre ellas Barcelona y Valencia, usando plantas bioindicadoras.

En concreto, sus responsables están empleando una variedad del tabaco, Bel W3 (Nicotiana tabacum), para detectar los daños por ozono troposférico, la Tradescantia para los efectos mutagénicos de los contaminantes atmosféricos, la Ray grass (Lolium multiflorum italicum) para el azufre y los metales pesados, y la Col rizada (Brassica oleracea), que acumula compuestos orgánicos en las ceras de sus hojas.


(Imagen: Cristian Ordenes)

Los líquenes, organismos que surgen de la simbiosis de un hongo y otro ser fotosintetizador, como un alga, son muy útiles para detectar por ejemplo la presencia de hidrocarburos, aceites, lluvia ácida, o en general, la presencia de metales pesados en la atmósfera, que acumulan en su interior. Por ejemplo, biólogos de la Universidad de La Laguna proponen en las Islas Canarias la instalación de "estaciones de control" con líquenes para medir la contaminación a largo plazo.

Los insectos también son muy buenos bioindicadores de deterioros ambientales muy diversos. Científicos del Centro Iberoamericano de la Biodiversidad de la Universidad de Alicante (CIBIO) han utilizado insectos coleópteros de la familia Tenebriónidos, cuyas especies están adaptadas a medios secos y áridos, para determinar las zonas de la provincia de Alicante que sufren una mayor degradación del suelo, y por tanto con mayor peligro de desertificación.

El Ayuntamiento de Córdoba y la empresa Apoidea trabajan en un proyecto de evaluación de la contaminación urbana en el que utilizan abejas y su miel como bioindicadores. Las patas de estos insectos tienen un pelo al que se adhieren las partículas del aire, por lo que se puede conocer la concentración de metales pesados, pesticidas o radiactividad en grandes áreas de la ciudad donde se mueven. Asimismo, explican sus responsables, son fáciles de criar y su análisis no es complicado.

El estudio de los efectos del cambio climático también está siendo realizado mediante bioindicadores por algunos investigadores. En la Universidad de Birmingham están probando al pingüino rey, ya que cubre varios cientos de kilómetros y pueden ser bien estudiados. Para ello, monitorizan sus constantes vitales para comprobar si ahora tienen que esforzarse más para encontrar su alimento.

Los investigadores encargados del programa de seguimiento de la reserva marina de las Islas Columbretes (Castellón) han descubierto que la Cladocora caespitosa, un coral abundante en el interior de puerto Tofiño, ha visto elevada su tasa de mortalidad, debido al parecer al incremento de la temperatura del agua. Aunque los científicos reconocen que no puede afirmarse con rotundidad que sea consecuencia del cambio climático, recuerdan que este coral es un buen bioindicador de dicho fenómeno.

Grandes posibilidades de los bioindicadores

El reino animal y vegetal proporciona una gran variedad de posibilidades, desde líquenes y hongos, pasando por anfibios y reptiles, peces, aves o hasta mamíferos. En cualquier caso, antes de un estudio mediante bioindicadores debe realizarse un análisis previo que seleccione el mejor organismo para el tipo de problema ambiental y su extensión geográfica y temporal. Un bioindicador ideal es un organismo sencillo de estudiar y bien conocido por la ciencia, y que esté presente de manera amplia en todos los hábitat posibles.

Por otra parte, el desarrollo de investigaciones mediante bioindicadores con metodologías científicas se ha producido en las últimas tres décadas, si bien se trata de una práctica conocida desde hace siglos. Los mineros utilizaban canarios que, en caso de perder el sentido, indicaban la presencia de gases inodoros y mortales. En Australia, la minería también se ha servido de hormigas para conocer si la restauración de una zona había tenido éxito. En los pueblos, la desaparición de los líquenes ya era asociado al empeoramiento de la calidad del aire.

Edificios de energía cero

En Reino Unido serán obligatorios en 2016 para evitar emisiones de CO2
Un edificio de energía cero cubre todas sus necesidades energéticas gracias a su diseño y sus materiales eficientes y a las fuentes renovables instaladas en el mismo, por lo que no emite dióxido de carbono (CO2). Las ventajas de estos edificios en la lucha contra el cambio climático y la dependencia energética de los combustibles fósiles ha convencido a las autoridades de Reino Unido, que obligarán, a partir de 2016, a que todas las nuevas viviendas sean de este tipo. Asimismo, en otros países del mundo también se está invirtiendo en su desarrollo, aunque el elevado precio de construcción y el bajo desarrollo de estas tecnologías ecológicas frenan por el momento su generalización.

Pep Coll vs Pallars Jussá









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Lindsay Lohan vs Pep Coll






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miércoles, febrero 20, 2008

martes, febrero 19, 2008

domingo, febrero 17, 2008